martes, 4 de diciembre de 2007

HAY QUE CONSTRUIR ALTERNATIVAS UNITARIAS AL PODER NEOLIBERAL

José Merino del Río*
Diputado del Frente Amplio

Esta no es una asamblea tradicional para tomar ahora decisiones, es más bien una reunión de compañeras y compañeros que de una u otra manera hemos venido trabajando en el ámbito del Frente Amplio, en las diversas tareas que hemos tenido en los últimos meses. No se hizo una convocatoria abierta ni tampoco selectiva, sencillamente se respetó el orden de unas listas de compañeras y de compañeros, para ir invitando a estas conversaciones a todas y todos, sin ninguna exclusión. Iremos haciendo así nuevas reuniones en las diversas regiones del país, para abrir espacios de reflexión, intercambiar opiniones, sentimientos, propuestas, e ir construyendo no solamente el pensamiento colectivo sobre el momento que estamos viviendo y su tareas , sino también para darle una perspectiva estratégica a nuestras luchas.

Quisiera entonces compartir estas primeras reflexiones, como parte de un proceso de diálogo abierto, que debe continuar y enriquecerse con la más amplia participación. En primer lugar cómo estamos entendiendo lo que está ocurriendo, en qué momento de la lucha estamos y cómo vemos su desarrollo; y en segundo lugar queremos empezar a adelantar, tomar el pulso de la situación, y saber qué piensan los compañeros sobre la decisión que hemos venido postergando, porque hemos estado y seguiremos estando inmersos en la lucha, en el día a día que es fundamental, pero nosotros tenemos, como saben, la disposición de construir el Frente Amplio como fuerza política organizada en todo el país, significa también inscribir el partido nacionalmente, como parte integrante de ese conjunto de fuerzas sociales y políticas que se encuentran en el Movimiento Patriótico, en los Comités, en las organizaciones sociales, en los partidos políticos, en esa nueva ciudadanía activa que tiene la responsabilidad de construir la nueva alternativa de gobierno, estado y sociedad que ponga fin a la larga y nefasta hegemonía del poder neoliberal.

HEGEMONIA DEL NEOLIBERALISMO ENTRO EN CRISIS

No cabe duda que el proceso del referéndum ha permitido una acumulación formidable de fuerzas, que viene de muy lejos, porque nosotros venimos de un proceso de resistencia al neoliberalismo que tiene dos décadas como mínimo. Es un proceso complejo que se dio en escala planetaria y que adquirió en América Latina unas características singulares. Porque es en América Latina donde fue más lejos el proyecto neoliberal. Las características de la resistencia en Costa Rica a este proyecto neoliberal, al respecto se han hecho muchos estudios, muchos balances, es una resistencia donde juegan un papel fundamental los movimientos sociales, los espacios de resistencia social, acompañados por movimientos políticos, que ya fuera en elecciones con resultados muy parciales o acompañando a los movimientos sociales, estuvieron juntos en la lucha de resistencia al modelo neoliberal. Años donde se teoriza y de alguna manera se practica una cierta separación entre movimientos sociales y movimientos políticos, y se llega a hablar de una izquierda buena, que estaba en los movimientos sociales, y una izquierda mala, que era la que estaba en los partidos políticos. Se asumía que en los movimientos sociales estaban los elementos más positivos, la creatividad, la unión de la gente con relaciones horizontales para luchar por objetivos próximos a sus necesidades, de todo eso hay una amplia reflexión y bibliografía, con aportes muy valiosos de los que aprendimos todos. Al mismo tiempo, posiblemente como causa de la derrota de los proyectos políticos de la izquierda, se asumió que los partidos políticos que resistían desde la izquierda representaban todo aquello que había que superar o renunciar, como el burocratismo, el dogmatismo, el autoritarismo, el tratar de conducir las luchas populares como si los movimientos fueran correas de transmisión. También aquí encontramos críticas que nos han dejado lecciones muy positivas.

Se puede decir, y se puede valorar como una generalidad del proceso de resistencia en América Latina, incluida Costa Rica, aunque es arriesgado generalizar tomando en cuenta la enorme diversidad del continente, pero se puede concluir que el periodo de resistencia recayó fundamentalmente sobre los hombros de las luchas sociales y de los movimientos sociales. También se puede agregar que el periodo de hegemonía del neoliberalismo entró en crisis, el agotamiento del llamado Consenso de Washington, el agotamiento de determinados modos de dominación como producto de sus propias políticas y de esa resistencia. En un proceso desigual y combinado, en América Latina estamos transitando de una fase de resistencia, a una fase de alternativas, o de ofensivas de los movimientos socio-políticos opuestos al neoliberalismo. Y de alguna manera la dicotomía lucha social – lucha política, entendida como una separación, ha ido desvaneciéndose. En los países donde se registran más avances en el paso de la resistencia a la alternativa, es donde hay mayor confluencia de la lucha social y la lucha política. Donde se han transformado luchas sociales en acumulación de fuerzas, que se han traducido en victorias político-electorales por muchas vías, pero al final por esa vía institucional. Chávez en Venezuela, Kirchner en Argentina, Evo en Bolivia, Tabaré en Uruguay, Lula en Brasil, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua, e incluso con características, que después podemos analizar, la victoria de Torrijos en Panamá, de Colom en Guatemala, el casi triunfo de López Obrador en México, etcétera. Cada experiencia con sus características, sus conflictos, sus desencuentros, sus frustaciones, pero que en conjunto expresan una nueva correlación de fuerzas que habla de un debilitamiento del imperio y de las oligarquias.

Pareciera que si el momento de la resistencia es el momento clave del protagonismo de los movimientos sociales, el momento de la alternativa pasa por ganar elecciones y construir gobiernos de base popular, en una dura y prolongada transición que le dispute la hegemonía política al neoliberalismo.

EL BLOQUE DE PODER YA NO PUEDE RESPETAR SUS PROPIAS REGLAS

¿Qué lectura podemos hacer de la situación en nuestro país? El referéndum desnudó contradicciones y entraña una paradoja. Es el momento de mayor resistencia y de toma de conciencia que ha habido en nuestro país en los últimos años, y al mismo tiempo podría interpretarse que al final del proceso tenemos una decepción, que importantes sectores de la población que lucharon por el NO, asumen como derrota. Es cierto que si cada lucha de la resistencia la vemos como un acontecimiento aislado, y no como parte de un proceso, de un encadenamiento de hechos que tienen una conexidad, unos antecedentes, que no fue una casualidad esta explosión de la resistencia al TLC, y que también tienen que estar engarzado a una perspectiva de futuro, cualquier acontecimiento por muy importante que sea en sí mismo, desde ese punto de vista, se podría llegar a interpretar al final como una derrota.

Lo fundamental del proceso del referéndum es que surgen manifestaciones de la conformación de un nuevo sujeto popular, precisamente como un momento esencial de la política, que es el surgimiento de una nueva subjetividad en el campo social, anclada en las formas de conciencia no ya de unas minorías articuladas, sino de cientos de miles de personas.

Es una contradicción, entraña una paradoja. En un momento de expresión democrática extraordinaria, radical, a través de un instrumento de democracia directa como el referéndum donde centenares de miles de personas se integraron a una proceso político de masas, a un proceso de educación popular, de autoorganización desde las mismas bases de la sociedad, en donde descubren las solidaridades que estaban ocultas en nuestra sociedad, se articulan y usan formas de lucha de una creatividad desconocida; en ese mismo proceso, que es un momento democrático por antonomasia, todas las miserias del sistema de dominación también salieron a flote. Es una contradicción que desnuda al sistema. El hecho es que centenares de miles de personas salen de este proceso sabiendo que hay una enorme potencialidad democrática en esta sociedad y también que hay un bloque de poder que ya no puede respetar las reglas del juego, sus propias reglas del juego. La legalidad les mata, su propia legalidad. Eso tiene una lectura de frustración, cuando siente un pueblo que le han robado una victoria, pero también tiene una lectura de un gran contenido subversivo. En un país donde la clase dominante domina mediante factores fundamentalmente ideológicos y de construcción de grandes consensos sociales, a través de mecanismos, a veces invisibles de fuerza, donde el factor ideológico juega un papel fundamental, y donde han creado situaciones de obediencia compartidas por la gente a los resultados de las reglas del juego. En un país donde eso se empieza a resquebrajar y fracturar, puede tener unas consecuencias emancipadoras de enormes repercusiones en las luchas que se avecinan, no previstas por los responsables del fraude.

HAY LEGITIMIDAD PARA RESISTIR LAS LEYES DE IMPLEMENTACION

Las luchas inmediatas nos colocan frente a los proyectos de la agenda de implementación. Desde el movimiento del NO al TLC ya no se enfrentan estos proyectos con el mismo grado de movilización, de energía, de unidad y de acuerdo que tuvimos para el referéndum. Eso es explicable, independientemente de las calificaciones que podamos hacer sobre cómo se están comportando los diversos sectores. Hay un consenso muy extendido sobre la perversidad con que el poder político, mediático y financiero enfrentó el proceso, cargado de trampas, fraudulento en suma. Pero no existe el mismo acuerdo sobre la lecturas final de los resultados numéricos, y sobre sus consecuencias a la hora de enfrentar la agenda de implementación.

La posición nuestra ante estos proyectos está clara y ya hemos explicado porqué nos sentimos plenamente legitimados para combatirlos. Resistimos y luchamos no por un mero voluntarismo, sino por la convicción de que si no lo hacemos estaremos al final en el peor de los escenarios. No se resiste pensando exlusiva y pragmáticamente en cuál porcentaje de garantía de éxito puedes tener, aunque esos cálculos también es imprescindible hacerlos. Resistes porque la mejor alternativa que tiene una sociedad es resistir siempre al mal. La ausencia de resistencia siempre hará más grave cualquier derrota, si es que se produjera. La no resistencia eliminará siempre cualquier posibilidad de triunfar, y en todo caso renunciar a que los daños, incluso en la peor situación, sean los menores posibles. Es la peor alternativa dejar de resistir.

Cuando en el parlamento se deja de resistir, no vas a poder mejorar sustantivamente nada y, obviamente, vas a divorciarte de los sectores populares que estarían dispuestos a seguir peleando inteligente y dignamente. La negociación también es una forma de lucha, de resistencia, nunca puede descartarse, pero siempre tiene que vincularse a la naturaleza y carácterísticas del proceso en curso.

En ningún lugar se ha dicho que la resistencia deba ser un suicidio. Ya no sería resistencia, pues sólo hay resistencia efectiva con proyecto de transformación. El acto de resistir es, debe ser, también un acto de proponer. Y no puedes proponer tu propia derrota o aniquilación, por lo menos nunca nadie en su sano juicio lo pretende. No es que vas a resistir en el sentido numantino de suicidarte, aunque en la historia también estas resistencias han tenido después un papel simbólico muy importante, siempre excepcionalmente y ante situaciones enteramente extraordinarias y sin salida. No es, evidentemente, el caso que enfrentamos en nuestro país.

La clave es cómo atravesar esta fase de la resistencia, para que lo que hemos acumulado en toda esta lucha, y que tuvo su eclosión en esos tres meses tan intensos y apasionantes del referéndum, donde se llegó a centenares de miles de personas y que se creó un nuevo estado de conciencia en Costa Rica, lejos de perderse o debilitarse, se fortalezca, con la convicción de que más temprano que tarde se dará el salto de calidad, la ruptura democrática necesaria para derrotar a los neoliberales y construir el proyecto de país solidario que encarnamos.

En el parlamento vamos a agotar todas las posibilidades que tenemos, pueden ser pequeñas, pueden ser grandes, no dependen obviamente sólo de nosotros, ni es una lucha que se puede dar con éxito sólo en el parlamento, la movilización social es decisiva.

DEBEMOS TRABAJAR POR LA UNIDAD EN LA DIVERSIDAD

Debemos aceptar que una vez pasado ell referéndum, en el movimiento del NO se producen reacomodos y situaciones que debemos tratar de analizar y de comprender. La campaña del referéndum, nos ponía en el mismo canal ante un objetivo muy claro: ganarlo, casi de manera compulsiva nos obligada a unirnos. En el postreferéndum se mantiene el deseo de unidad, pero al lado de un fuerte impulso a la fragmentación, que se alimenta tanto desde adentro como desde las filas del adversario. Hay que pelear contra eso, hay que tratar de evitarlo, pero hay que entender que después del referéndum diversas fuerzas están buscando perspectivas que no siempre son coincidentes. Desde el Frente Amplio debemos trabajar por la defensa de la unidad, bajo los mismos principios que permitieron el nacimiento y la consolidación del Movimiento Patriótico: unidad en la diversidad, que significa construcción paciente de objetivos de lucha comunes, desde el respeto, el debate y la construcción permanente de espacios de encuentro.

Dice un provebio de la sabiduría milenaria china que quien no sabe contra quien lucha no puede vencer. Tenemos en frente un adversario que reúne en un bloque al poder de Bush y de sus transnacionales, al régimen de los Arias y a las oligarquías centroamericanas. No estamos frente a ese poder tradIcional “a la tica”, que con los resultados del referéndum seguramente habría razonado así: “como la sociedad está dividida, muy herida, vamos a plantear un camino gradual, mientras abrimos algunos espacios de diálogo, a ver cómo evolucionan las cosas”. Nada de eso, ese nuevo bloque de poder autoritario y corrupto, está por la terapia de choque. Han dicho: “Mejor es dar el leñazo ahora, sin tiempo y sin anestesia, y si puede ser en diciembre, mejor”.

Esto significa que la resistencia nuestra es en estos momentos compleja y difícil. Estamos entre compañeros y compañeras de lucha y cada uno tiene un grado de madurez, de experiencia, no estamos en un mitin para subirnos entre nosotros la moral, que de todos modos la tenemos muy alta. Estamos analizando lo que está pasando, con la mayor serenidad posible, siempre llenos de fuerza moral, de ilusión, y conociendo el enorme potencial de lucha acumulado hoy en los diversos componentes del Movimiento Patriótico, también sabemos que muchísimos ciudadanos y ciudadanas que votaron sí o que se abstuvieron, tienen intereses comunes a los de esa gran mayoría social que pelea por mejores condiciones de vida y de trabajo, por una produndización de nuestra democracia y por la regeneración de la vida política del país. Lo único cierto es que este modelo lo que genera cada día es mayor desigualdad social. Las razones para combatirlo van a crecer, están ya creciendo.

ANIMAR LA DISCUSION POLITICA DESDE LA BASE

Creo que desde el Frente Amplio, insisto, con absoluto respeto a las identidades y autonomías de cada componente del movimiento social y político de la resistencia y de la alternativa al neoliberalismo, debíamos compartir tanto nuestras preocupaciones y valoraciones sobre el momento que enfrentamos, como sobre la construcción de alternativas unitarias al poder neoliberal. Que se anime la discusión política desde la base de la sociedad. Tenemos el deber, lo siento así, de decirle a la sociedad, a todas la personas y fuerzas sociales y políticas con las que compartimos tantas causas y reivindicaciones, que estamos en condiciones de luchar juntos ahora y también de construir un programa común de gobierno, de construir un nuevo poder que pase en esta etapa por la conquista democrática de un gobierno de carácter progresista y popular.

En el Frente Amplio tenemos alguna autoridad política y moral, como la tienen otras fuerzas amigas, porque hemos actuado con apego a la honestidad, a un criterio ético, porque hemos actuado con mucho respeto a todas las instancias de lucha y de reflexión creadas en el ámbito del Movimiento Patriótico. Porque desde la modestia cumplimos con las responsabilidades que asumimos. Hablamos desde una posición que no ha sido ni será sectaria, ni de creernos monopolizadores de ninguna verdad, de ningún pensamiento único, desde ninguna posición más pura que la de nadie, ni tampoco estamos hablando desde una posición oportunista.

Si tenemos la voluntad de construir y de inscribir el Frente Amplio como una fuerza nacional, eso no significa que vamos a apartarnos ni un milímetro de los compromisos que tenemos, porque para nosotros lo prioritario es la lucha en esta coyuntura, que es la lucha contra la Agenda, pero también es la lucha por muchas cuestiones que hemos dejado postergadas, es la lucha por lo que la gente necesita, levantar la voz contra el alto costo de la vida, todos los días suben los precios, golpean a las clases trabajadores, golpean los salarios, golpean la salud, golpean la educación, golpean las condiciones de vida en las comunidades, hay desigualdad nacional. Hay una agenda enorme en defensa de la soberanía, de la democracia, de nuestros recursos, de los derechos humanos que violan todos los días.

FRENTE AMPLIO EN TODO EL PAIS

La inscripción para nosotros será un reto para crear cientos de núcleos de luchadores y luchadoras en todo el territorio nacional. Lo queremos hacer desde la izquierda, desde una izquierda necesaria, posible, patriótica, transformadora, latinoamericana. Es decir, desde el Frente Amplio como una alternativa, yo no digo la alternativa, sino una alternativa que tiene que encontrarse con otras, para que juntos seamos capaces de impulsar un nuevo proyecto de gobierno, de Estado, de sociedad, al servicio de las mayorías. Construirnos como fuerza política, fuerza social y fuerza electoral. Un movimiento de militancia con plena democracia interna, donde el censo de militantes permita que no solamente deseemos la radicalización de la democracia en nuestra sociedad, sino que internamente podamos estar aplicando, no de forma permanente, pero si con mucha regularidad métodos de democracia directa tanto para la toma de decisiones sobre temas trascendentales, como para la elección de cargos dirigentes o la elección de cargos electivos. Un movimiento que fomente, hacia dentro y hacia afuera, una cultura de diálogo, de respeto, de pluralidad, con una convivencia interna que fomente la solidaridad y la unidad. Un movimiento que sea capaz de decirle al país que no solamente hace falta una izquierda democrática, de lucha, ética, para trabajar para resolver los problemas de cada momento del país y de sus gentes, que también sea capaz de hablar de socialismo como una utopía posible y necesaria, que no excluye, sino al contrario, presupone una capacidad de estar generando permanentemente alianzas, acuerdos puntuales y estratégicos con otros sectores del arco progresista y antineoliberal, cada uno desde su propia autonomía y de su propia identidad. Un Frente Amplio en resumen político y social, cuya diversidad se base en el respeto a un programa común y unas reglas del juego aceptadas por todos como funcionamiento de la democracia interna.

Son algunos puntos compañeros y compañeras para que los pensemos y los discutamos juntos. Ahora estamos en la obligación de responder a las aspiraciones y necesidades de varios miles de compatriotas, que tienen una adhesión a un tipo especial de militancia y compromiso, ideas, causas y que piden que el Frente Amplio se constituya como partido organizado en todo el país, para hacer más eficaz nuestra acción política. Ojalá que mañana podamos dar también nuestra contribución para que todos los compatriotas que estamos luchando por una Costa Rica decente, próspera, incluyente, justa e independiente, podamos construir una casa común, en la que se encuentren nuestras luchas y nuestros ideales, para pelear unidos por ese país que los neoliberales están entregando y destruyendo.

* Transcripción de la intervención del Diputado José Merino en el encuentro con militantes del Frente Amplio, efectuado el sábado 17 de noviembre de 2007.