lunes, 21 de enero de 2008

PUEBLO - ENERO 2008


2008: CRECERAN LA RESISTENCIA Y LA PROPUESTA

Diputado José Merino analiza perspectivas del 2008

PUEBLO: ¿Cómo ve el panorama de las luchas populares para este 2008?


JOSE MERINO: Creo que todo este gran proceso de lucha que se viene dando contra el TLC y que se ha expresado en enormes movilizaciones populares, con una presencia tan pujante en el referéndum, que la clase dominante solo pudo ganar con trampas, no es casual. Yo creo que es la expresión de un proceso de articulación de las resistencias populares, políticas, culturales, sociales, feministas, ambientales y de muchas otras sensibilidades, que están transformando la correlación de fuerzas en el país.

En esa dirección, aunque ha habido un golpe en el sentido de no se pudo detener el TLC en las urnas y esto ha causado alguna desazón, algún pesimismo en algunos sectores, especialmente porque el movimiento patriótico que viene enfrentando el TLC, está claro de que se nos robó la victoria, en el 2008 se va a poner de manifiesto es el rechazo que hay de grandes sectores del pueblo hacia las políticas neoliberales y hacia la corrupción y por eso soy optimista, creo que va a ser un año donde se van a dar potentes movilizaciones aunque sea difícil pronosticar las formas que estas asumirán.

No hay duda de que en el país hay un proceso de acumulación del descontento, de creciente indignación con las políticas que hemos sufrido los últimos años y eso hará que el 2008 sea un año muy interesante, donde creo que, junto al crecimiento de la resistencia, habrá mucha propuesta alternativa y seremos testigos de un período donde surgirán desde el pueblo muchas ideas y acciones sobre cómo seguir construyendo, no solo las luchas contra el neoliberalismo, sino también las posibilidades de ruptura con esas políticas.

PUEBLO: Faltan prácticamente dos años para las elecciones. ¿Cómo ve usted la posibilidad de construir una gran coalición que permita derrotar a las fuerzas del neoliberalismo?

J.M.: Creo que la construcción de gran movimiento patriótico, que ha mostrando una gran vitalidad y capacidad de convergencia, reconociendo y respetando las diferencias, no solo se articuló para pelear contra el TLC; ahí también se perfiló otro proyecto de país. La lucha contra el TLC no ha sido solo de decir no.

La justificamos con propuestas alternativas para cada una de los aspectos que criticamos. Entonces yo creo que hay un tejido social y político de ancha base popular, en donde de manera natural se planteará con vigor, no solo la necesidad de conservar y ampliar la unidad en medio de la diversidad, sino de buscar también alternativas en la lucha institucional, que pasa por la posibilidad de convertir las elecciones en una forma de lucha que permita acceder al gobierno y tener una mayoría parlamentaria y poder real en todas las municipalidades del país.

Yo creo que existen, como diríamos clásicamente, los factores objetivos y subjetivos, que podrían hacer una realidad esta aspiración y tener en el 2010 un gobierno diferente, que no comulgue con las políticas neoliberales. En ese sentido podríamos hablar de que se produzca un viraje a la izquierda, entendido esto en el nuevo clima que está surgiendo en América Latina, que es de ruptura, o al menos de crítica y acción frente a las políticas neoliberales y de creación de fuerzas de carácter patriótico y democrático, alternativo y popular. Debemos todos trabajar en esa dirección, con toda nuestra fuerza y entusiasmo.

PUEBLO: El Frente Amplio ha iniciado el trabajo para inscribirse en todo el país. ¿Cómo ve usted la posibilidad de que el partido surja y se consolide como una fuerza nacional, con capacidad real de representar las demandas populares?

JM: En primer lugar es importante subrayar que no vemos una contradicción entre lo que hemos venido señalando y la construcción del Frente Amplio como una fuerza nacional. Es muy importante que, dentro de la diversidad, cada fuerza social y política se fortalezca, siempre con el norte claro de aportar al esfuerzo de construcción de la casa común.

En ese sentido, el Frente Amplio ha logrado construir redes muy valiosas de afinidad, de simpatía, colaboración y respeto en muchos lugares del país, formadas fundamentalmente en la base de la lucha social, que buscan también expresarse en el plano de la política electoral.

Estamos emprendiendo, con mucho entusiasmo y esperanza de culminarlo pronto, el camino de la inscripción nacional, para que el Frente Amplio se consolide como una herramienta para la lucha en defensa y promoción de las condiciones de vida y trabajo de la gente, de defensa de nuestra soberanía y de renovación y profundización de la democracia. También aspiramos a crear una expresión electoral con un mayor peso en las instituciones, representando al pueblo.

Por supuesto esta es una tarea que va muchísimo más allá del cumplimiento de los requisitos que nos demanda la legalidad electoral. Esperamos que todo este enorme trabajo nos permita organizar y articular en todo el país a varios miles de luchadores y luchadoras sociales, para dar un aporte constructivo y de calidad en la reunión y acción de todo el arco progresista, democrático y transformador del país.

Vemos con mucha alegría que la propuesta ha sido recibida con mucho entusiasmo y ya hay muchas personas, de todo el país, que se han puesto a la orden para apoyar esta tarea de construcción nacional del partido.

EL GARROTE Y LA ZANAHORIA

Leonardo Umaña/PUEBLO

El show mediático montado en estos días -en el cual se exhibieron miles de fotocopias de las mociones presentadas por el PAC a los proyectos de telecomunicaciones, para demostrar el “enorme desperdicio de papel” que estos significan-, la campaña de spot televisivos afirmando que quien se opone a la agenda de implementación no es demócrata y la invitación de Arias a Ottón Solís a conversar, dejaron al desnudo la política del gobierno con respecto del PAC, la cual puede resumirse en la tristemente célebre estrategia que los Estados Unidos aplicó a América Latina y que se conoce como “el garrote y la zanahoria”.

La maniobra fue concebida y orquestada desde Casa Presidencial y a ella se sumaron diligentemente, como suelen hacerlo a todo lo que viene de Zapote, los diputados y diputadas del G-38 y un sector de la prensa que viene pujando para que se aprueben a todo trance las leyes de implementación.

Esa jugada tuvo el doble propósito de desprestigiar al PAC y amedrentar a “los duros” dentro de ese partido, para ablandar la oposición a las leyes de implementación del TLC.

El primer acto, la exhibición de las mociones, fue revestida de todo el dramatismo propio de una operación de propaganda. En carretilladas fueron traídos miles de fotocopias de todas las mociones del PAC, a la sala del plenario legislativo, por disposición de cada uno de los diputados (as) del G-38. Para agrandar el túmulo se incluyó las actas y hasta el informe de minoría.

El operativo fue ampliamente cubierto por la prensa, en algunos casos de manera ridícula; por ejemplo, hacer comparaciones con la cantidad de árboles que se derribaron para el hacer el papel gastado en las fotocopias. Se suma una millonaria campaña de cuña de televisión. Esa, fue la parte del garrote.

El segundo acto fue la invitación de Arias a hablar con Ottón Solís. Quienes leyeron parte de la carta publicada en La Extra (Ver “Arias invita a Ottón a puerta cerrada”. 10 de enero) pueden comprobar el tono informal, cercano y hasta el tuteo de Arias hacia el dirigente del PAC.

“Con el paso del tiempo – dice Arias- he aprendido que el proceso de dialogar y alcanzar acuerdos es necesariamente gradual, y que requiere de una perseverancia que casi raya en empecinamiento. La reunión que sostuvimos el pasado 19 de diciembre fue un primer paso importante, en el que cumplimos con un objetivo trascendental: intercambiar personalmente nuestras opiniones. No he renunciado, sin embargo, como te lo he manifestado en diversas oportunidades, a la pretensión de que podamos sentarnos un día a conversar sencillamente, sin agenda y sin prensa, sin terceros y sin formalismos; a conversar como conversan dos seres humanos, que es lo que somos al final…”. Solo falto decir: “besos a los güilas y a tu mujer, un abrazo, Oscar”. Esa es la zanahoria.

Así se completa el cuadro: por un lado garrote para amedrentar y por el otro, zanahoria; para tratar de dividir.

Dos cosas más. Primero, con esto se pretende convencer a la opinión pública de que con el TLC se aprobaron además las leyes de implementación y que, por tanto, oponerse a ellas es violar el resultado del referéndum y la democracia.

Segundo. Es claro que con tal maniobra y con el amañado mecanismo inventado a conveniencia para un trámite súper rápido de las leyes del ICE, el 208 bis, se busca otro objetivo igualmente perverso: ocultar el sin fin de irregularidades que se cometieron en el trámite de ambos proyectos y en el contenido profundamente dañino de los mismos, que van mucho más allá de lo que dice el TLC.